Arriba, una monja se masturba
En una torre abandonada por dios.
Abajo, dos suicidas asesinos
Eliminan vida propia e ilusiones ajenas.
Afuera, tres gárgolas susceptibles
Acribillan en miradas a estoicas señoras,
O lo que fuera que sean detrás de la hipocresía y el maquillaje.
Un gorrión entona melodía
Que recuerda a marcha fúnebre
Adentro, un pervertido eunuco
Usa sus manos…
Y cuatro adolescentes estólidos
Cosen sus bocas mientras juegan
Al este, quince niños de guardería
Escriben el prolegómeno de las revoluciones
Al oeste, seis viejos se despiden
Con retazos de memoria marcada por hieles y polvo carmesí
Al norte, unos pocos se regodean
Por un tonel de viseras humanas que venden a exportación
Al sur, el estuario de los holocaustos…
Siempre al sur.
Y aquí, un cuervo grita ¡bravo!
Dos ojos se han secado
En la autumnal parodia de la casta distracción.
1 comentario:
Es tan anti-etico si se puede decir de este modo, la comparacion, pero quizas sea la continuacion de un Kafka mas expresivo mas girondiano, Perfecto dentro de los limites de la huida de un buitre ajeno.... Facu
Publicar un comentario