jueves, 22 de febrero de 2007

Tregua

En el momento en que supuse
Que empezaba a ser feliz,
La misma felicidad me abandonaba...
Había estado conmigo
Silenciosa, muda
Inadvertida en su presencia,
Como en un rincón oscuro.

En el instante en que entendí mi desfortuna
Me agobiaron el silencio y la tortura
Del no haberme dado cuenta...
Me sumergí en nostalgias y arrepentimientos
Resignando la emoción y la esperanza
En manos de objetos con olor a naftalina.

Y en éste presente en que me encuentro,
Desdichada y compungida
Victimizándome con causa de ser necia o idiota,
Ella; Felicidad,
Muy sutil y transparente
Toda calma e invisible
Se acerca nuevamente y entra en su rincón tranquilo,
En mi rincón tranquilo,
Para que yo, tan ocupada en mis lamentos,
La ignore nuevamente
Hasta hacer ruido cuando salga.



por los desencuentros con el bienestar...

miércoles, 21 de febrero de 2007

la sala blanca

Despierto en una sala blanca, insípida y frívola, demasiado brillante y limpia. Postrada en una cama de la que no puedo moverme. Intento girar, es inútil. Lo único que escucho es el goteo de una canilla cercana que no logro identificar con los ojos.
El tiempo pasa lento…
Entran en la habitación un par de conocidos que me miran con lástima y compasión. Nunca me sentí tan inútil e impotente. Quiero responderles, quiero evadirlos y talvez sacarles una sonrisa, pero es como si no estuviera ahí… los miro, no queda mas por hacer… y sufro con cada uno de sus alientos.
Me hablan y no los escucho, sólo me llega ese maldito goteo cada vez más penetrante y molesto…
Siento humedecer mi cabeza.
Algunos se apoyan en la pared y observan pensativos, cómo si hubiese algo más allá. ¿Habrá una ventana que no distingo, o los grumos de la mala pintura les resultaran inspiradores?
Entra una persona vestida de rojo y con mucho maquillaje, no la reconozco, pero sé que es alguien cercano. Es extraño, se mueve en cámara lenta, como si cada paso le pesara diez veces más de lo normal, pareciera ser parte de otra realidad con distinta gravedad.
Éste no me mira, sólo se pasea de un lado al otro tan despacio que desespera… nadie le presta atención. Poco a poco el maquillaje se deshace, producto de las gotas de sudor que le atestan el rostro… para mi sorpresa la identificación sigue siendo nula, sólo queda una imagen borrosa debajo del personaje.
De repente risas, y me perdí el chiste. Confusa y aturdida por el cambio me dan ganas de estar sola, pero la fiesta sigue su curso y hasta en un rincón se inicia un número de baile…
Entran unos nenes maliciosos en escena, y se acercan a la cama como observando un fenómeno. Sus gestos de sorpresa y asco son señal de que nada marcha bien. Uno salta al techo y se queda prendido de la lámpara frágil que en cualquier momento podría caerse y quebrarme a la mitad, pero nadie dice nada… se mece estridentemente haciendo que la luz adopte un vaivén de intermitencia que me produce jaqueca. La otra se dirige al final del lecho y mueve las sábanas… me brinda una mirada pícara como advirtiéndome que me prepare para su pequeña tortura… saca una pluma verde esmeralda de un vestido sin bolsillos y me la desliza por los pies: cosquillas, cosquillas insoportables que no puedo evadir. Quiero moverme, quiero gritarle, quiero pegarle, pero no hay respuestas. Sólo necias e inevitables cosquillas maquiavélicas que me estremecen y afligen…
Y ese fatal sonido de agua en mi cerebro…
La sala se extiende, y un coro gospel vestido de escarlata se ubica frente a mi y mueve sus bocas estridentemente… las palmas se juntan y separan a compás y todos parecen disfrutarlo. Me imagino un “oh jesús, oh jesús” saliendo de sus gargantas y por un momento no me parece tan mala la sordera…
Y el humo, el humo efervesciendo en mi.
Un gato enorme se sube a la cama y me lame las manos…
Tengo frío, y como si adivinase mi pensamiento una mujer de cabellos ceniza y orejas frustradas me cubre con una manta de jazmines, pero el olor me da nauseas y tengo que tragar mi propio vómito.
Risas nuevamente. Ahora los que bailaban hacen gala de coreografías.
Un señor de sobretodo negro parece aburrido, y empieza a dibujar un boceto en la pared: arte abstracto que no entiendo, pero mágicamente la mayoría le encuentra sentido, y señales de halago lo inundan todo. El hombre parece satisfecho y levita por unos segundos. Como si no tuviese mas nada que hacer allí recoge sus cosas y se va sin despedirse, con todos los elogios en la mano y la satisfacción inevitable que lo rodea como un aura celestial… intenta ocultarla abrochándose el abrigo, pero no puede impedir pensar en él y su grandeza, no puede escapar de sentirse más grande que el resto…
Me quedo observando su pintura… dos líneas paralelas en azul eléctrico atravesadas por aerosol rojo… todo englobado en una línea negra con forma de óvulo o lágrima… para mi no es nada mas que un adefesio que podría haber dibujado el niño hiperactivo que ahora va de un brazo al otro, y al cual le hubiesen dado un buen golpe por hacerlo, y no redenciones… pero hoy no cuenta mi opinión.
Llegan tres personas mas, anotan el presente en una lista y se retiran en menos de un minuto.
Empiezo a debilitarme… y consumirme.
La sala blanca vuelve a encogerse, pero todo permanece.
El coro que sigue agitándose estrepitosamente, aunque más amontonado e incómodo…
La nena que continúa inquietándome sin aburrirse… aunque ahora la ropa le queda holgada, y el moño en su cabeza le cuelga desprolijamente.
Y esas perturbadoras gotas en mi cabeza…
Y el humo, el humo que me asfixia…
El sabor a vómito y las ojeras de todos, que se cansan, pero siguen riendo…
Los que bailan ya sin ganas…
Los que abrazan la pared como cultivándose…
El de rojo que vacila a un ritmo lánguido…
Los jazmines que me aborrecen…
La luz que va y viene… la jaqueca… la inmovilidad… los que miran con lástima… los que no miran…
La pintura incomprensible…
El nene que no para…
Y yo… yo que no estoy. Yo que no soy más que cuerpo… yo en mi misma incapaz de expresar…
Yo y el mundo que se mueve… yo y mi pausa…
Yo y mi invisibilidad…
Los otros cada uno en su ampolla…
Y el gato que irritó mis manos…
Las larvas que crecen…
Y esas maltitas y sangrientas gotas en mi cabeza…
De alguien que me llora.

domingo, 18 de febrero de 2007

PUS

basta de buscar con euforia la felicidad, ese mítico equilibrio de paz que conforta. Después de todo quién quiere ser "felíz" eternamente y vivir sin problemas que asechen y sin granos que exploten. La armonía será muy satisfactoria, pero esconde una alta cuota de aburrimiento e inactividad.
Si señores y señoras, el dolor es más productivo. Hay que aprender a tratarlo, a coquetearle y no tenerle miedo; porque al fin y al cabo es como un perrito viejo que no molesta, y nos brinda companía, la más dulce compañía... y signos para crecer.
Todo es un ir y venir, a disfrutar las transiciones, y extriparles cada chispa de su elixir esquizofrénico.
Por una exitencia llena de pus que no asquea, pus bendito que brota de corazones y almas descompuestas, pus sinónimo de carencia infinita que a veces cree saciarse y no puede, porque esconde una grieta en el fondo. Mil gritas en su fuente, que derrama agua turbia, y lava y ensucia al mismo tiempo.
A descubrir la belleza de lo deforme y el odio por lo " correctamente perfecto", que la estética de la vida es oscura e insensata.
A observar más allá, y a sentir... sobretodo a sentir sin bosquejos!.
¿acaso me conformé con mis lacras?

miércoles, 14 de febrero de 2007

¿de veras quieres oír la verdad?
pues no tengo verdades
¿de veras quieres "saber" cómo se siente?
nunca lo entenderías. Es tacto, no comprensión
¿de veras quieres conocerme?
entonces no escuches
¿de veras quieres entrar en mí?
pues destrúyeme... y recontrúyeme.
no me aceptes, cuestioname
e inyéctame dosis de tu yo.

lunes, 12 de febrero de 2007

Oh mi muñequito de cristal
Tu oscura fragilidad me conmueve
Mereces que te quieran con sumo cuidado
Que te sostengan en brazos de ternura y paz.

Oh mi apenado muñequito de cristal
Tu dolor te tiñe de penas, y crueldad
Pero a mi no me engañas,
Abatido y delicado.

Oh mi sombrío muñequito de cristal
¿Cómo lavar tus máculas?
¿Cómo conseguir sonrisas sinceras?
Mereces que el mayor de los ideales te arrulle

No te canses muñequito,
No te desvanezcas.
Yo no puedo tenerte,
Mis manos tiemblan…

No soy suficiente,
Y no debes conformarte
Tú vales el todo más sublime.
Y yo sólo soy esbozos de alegría,
Y detrás, detrás
Agonía y vacío.

Así que no te agotes,
Continúa enfrentando la espera,
A pesar de tu quebradizo material.
Ya llegará quien te contenga
Ya llegará quien te acompañe
Y te brinde tu merecida protección

Yo los estaré observando
Desde lejos… siempre
Cuidando de que nunca, NUNCA
Te dejen caer.

sábado, 10 de febrero de 2007

uno viejito, de los 16...

33.684.016

Vientos tumultuosos retuercen mis pensamientos
Y se engendra una tormenta,
Maldito Apocalipsis que propondrá mi fin.

Las aguas se revuelven por dentro,
Comienzan a despertar...
Se inunda mi cerebro
Y toda la presión se convierte en lágrima,
Me ahogo en mi.

Respiro, y el aire es aire, no es vida.
El aire es aire, una sustancia más
(soy un pedazo de atmósfera)

El sentido se perdió con la conciencia.

Ahora ya no importan los terremotos en mi cabeza,
Esas atroces catástrofes que no dejan pensar,
Ya no tienen nada más que destruir.

Vivo, y la sangre es sangre, no es vida.
Sólo es un componente más de un rompecabezas alterado
En donde las piezas jamás podrán conformar, ni ser.
El sentido se perdió con la conciencia
(soy un pedazo de carne)

Puede resultar confusa ésta realidad
Toda fuente de luz genera sombra.
Puede resultar deprimente,
Es sólo una falta más
(soy un pedazo de nada,
carencias infinitas que sustentan la plenitud).

Vivimos en un todo tan vacío...
Resulta asfixiante ésta inmensidad.
Somos eternos los seres finitos
Si logramos escaparnos del asecho del olvido.
(soy un pedazo de historia)

Me hago preguntas a mi misma
Culpa de mi irremediable insatisfacción,
Y las cuencas vacías de ojos vecinos
Me dicen que el silencio es la única respuesta.

Hay tantas manos y escasez de tacto,
Tantas bocas y tan poca voz.
Tanto relleno de aquel que no importa.


Y yo estoy aquí,
Entremedio de todo,
Atrapada en un absurdo del cual soy miembro activo.

Mi cuerpo es una prisión,
jaula de una ave con alas rotas.
Ya no puedo volar.
Injusticia, karma.

Soy un pedazo del mundo
Inservible componente,
Un número más...
Cada día que existo es un paso más hacia mi expiración.

La muerte es un despertar para los que quedan,
El destino de los que parten es incierto,
Si es que hay destino.

Aquí queda dolor, miseria, arrepentimiento y soledad.
Aquí queda el temor, la angustia, la ira y la ausencia.

Aquí quedan las risas, los sueños, la vida y el olvido.

Soy un pedazo del mundo
¿qué haría él sin mi?
(todo)

divagaciones de la realidad

Arriba, una monja se masturba
En una torre abandonada por dios.

Abajo, dos suicidas asesinos
Eliminan vida propia e ilusiones ajenas.

Afuera, tres gárgolas susceptibles
Acribillan en miradas a estoicas señoras,
O lo que fuera que sean detrás de la hipocresía y el maquillaje.

Un gorrión entona melodía
Que recuerda a marcha fúnebre

Adentro, un pervertido eunuco
Usa sus manos…
Y cuatro adolescentes estólidos
Cosen sus bocas mientras juegan

Al este, quince niños de guardería
Escriben el prolegómeno de las revoluciones

Al oeste, seis viejos se despiden
Con retazos de memoria marcada por hieles y polvo carmesí

Al norte, unos pocos se regodean
Por un tonel de viseras humanas que venden a exportación

Al sur, el estuario de los holocaustos…
Siempre al sur.

Y aquí, un cuervo grita ¡bravo!
Dos ojos se han secado
En la autumnal parodia de la casta distracción.

a los escasos lectores voladores

adios palomas blancas!
vayan a morir lejos...
dejen a éste mirlo cantando en soledad
entre cuervos, glondrinas, libélulas y grifos...
entre resignados seres alados

sábado, 3 de febrero de 2007

viernes, 2 de febrero de 2007

laudo

¿y que puedo esperar del resto
si no logro contar contigo?
mi fuente, mi cercanía...

me has hecho perder la fe en el otro

tú, que supuestamente valías mas que todo...
a quien mostré en sutilezas
mi yo mas sincero,
y sin embargo consumiste
la peor de mis ficciones

si tu no ves mas allá
¿qué ojos podrán hacerlo?

a mí, que soy peor que nadie
solo en sombras y planicies

a mí, que espero en lo profundo
una mano que me alce

y espero sólo para ocupar tiempo,
pues aunque llegue, si de rarezas se habla,
sería incapaz de tomarla

nadie tendrá la fuerza
para enfrentar mis tormentos,
y al fin me dejarán caer,
como siempre...
pero el dolor será como nuevo

estamos condenados a lo que somos
las ilusiones no pueden rescatarte

rechazaría la ayuda
con mi mirada mas agónica
consciente de que hay cosas que no tienen solución