lunes, 30 de abril de 2007


“… y miró dos veces para estar un poco mas seguro, y aún así no confió. Porque había perdido el valor de creer en algo. Sus manos, sus brazos, sólo le sabían a carne a ajena que podría devorar sin culpas ni resentimientos.
Había sumergido su vida en una fantasía demasiado prolongada, ya no le interesaba el alrededor, ni el cómo, ni el cuándo, ni el porqué. Sólo la música que llegaba a sus oídos le servía, sólo las palabras de autores anónimos para él. Porque no importaba el quién sino el qué.
Un loco del amor, sin instrumentos para hallarlo, un perdido en viajes sin millas, y una soledad negada.
Porque su mundo se tornó más importante que el mundo, y los arreglos y visiones que expulsaba su cerebro podían llenar cualquier vacío, cualquier desilusión, cualquier desconsuelo. Todo estaría bien pensaba, porque nada es en verdad.
Sí, había sumergido su vida en una fantasía demasiado prolongada, demasiado cómoda. Lo bueno era bienvenido como invención impropia, lo malo, como inmiscuciones ajenas. Rechazó cualquier tipo de dolencia y fatalidad, pues a todo lo decoraba con colores púrpura y anís, todo le servía para inventarse un poco más, una historia de finales acertados. Y poco a poco rechazó a la gente, rechazó a las horas, rechazó a las cosas… salvo a ese arte que le permitía divagar tranquilo, y nunca le preguntaba a dónde se dirigía.
Su error no fue desconfiar, fue negar. Y cuando el cigarrillo penetró en su piel, a pesar de todos sus vaticinios y deseos, a pesar de su predicción de burbujas y sonrisas… no pudo evitar la muesca del dolor…
Y una voz que antes no escuchaba, recito en dulce tonada aquellas palabras que sonaron ácidas, “puedes delirar cuanto quieras, pero vas a despertar, despertarás. Porque eres prisionero de mí”.
Desde ese día cree en la gente, y en las horas, y en las cosas. Desde ese día ya no sueña, su mundo propio se extinguió junto con toda su mitología… y ahora le queda sólo el mundo.
Desde ese día la vida se volvió mas pesada.
Y a pesar de creer, a nada le encuentra sentido…”

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