otro viejito, que escribí hace dos años en ésta misma fecha...
Vivo porque me obligo,
Porque me propuse hacerlo.
Lloro porque quiero,
Porque me gusta llorar.
Canto porque me place,
Me divierte y desahoga.
Sueño, sueño porque no puedo evitarlo.
Siento porque soy y estoy,
Y veo y toco y oigo...
Lo bueno y lo malo trenzados en telarañas invisibles
Que se proponen confundirnos,
Jugar con nuestras mentes,
Hacernos razonar...
Razonar, decidir, creer y pensar.
Pensar porque es realizarse,
Crear porque es mejorar.
Y sufro, porque es mi naturaleza,
Y río, río porque hay excepciones...
Extraño, porque existe el pasado
Fundador en esencia del cóctel de melancolía
Añoro porque trazo un futuro,
Ideologías plasmadas en pizarras sin límites, sin reglas...
Sin verdad.
Escucho, porque me interesan las voces,
Y porque me agrada el silencio,
La mudez espontánea que todo lo puede.
Me duermo, pues por hoy,
Ya viví suficiente.
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