Un pulpo muerto en la ribera
Por querer aferrar sus ocho brazos
Al aire que no le pertenecía
No dejó éste mensaje
“No hay valiente que no esté un poco loco
No hay cordura que te salve la vida
Y si el loco no se vuelve valiente
La cordura truncará sus días
Yo quería ser valiente y loco
Probar la arena y la cal de la pira
Aquí me llevó la locura
Y de nada sirvió la valentía”
Éste no mensaje nunca dado
Ni siquiera pudo olvidarse
Y con sus ocho brazos inmóviles
El pulpo en la ribera yace
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