martes, 27 de mayo de 2008

retraso

El sabía que no era tarde para retardarse
Así que dobló sus pies
Y caminó diez cuadras en la dirección contraria
Para después volver
Con trece minutos a destiempo

No quería que ellos
Lo adoptaran inmediatamente.
Quería una mirada de reproche
Por haberles hecho enfriar el café
Era una manera de recordar sus diferencias.

Después de unos minutos todo estaría olvidado
El odio no habría hecho efecto
Y otra vez
Lo perdonarían sin decir nada
Para cobijarlo en su misericordia infantil

Sabía que no eran
De los mejores amigos
Que guardaban en la manga
Un interés de fastidiarlo.

No podía no verlos
Pero no era tarde para retardarse
Después de todo, los vicios
Son conocidos fieles
Que sin importar cuanto, esperan

Así que tomó trece minutos a destiempo
Para andar unas cuadras como alguien sano y normal.
Y ayudó a una señora a entrar a un taxi
Que lo miró sin sospechar nada.

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