lunes, 24 de noviembre de 2008

por seis piezas de algún yo

En la triple frontera de los tiempos
Fui a buscar al traficante de recuerdos
Con deseo de comprar
Una imagen
Dos olores
Tres palabras

La travesía no fue fácil
Hubo que esquivar
El proyectil de los empíricos
La aduana de las ideas
Dar soborno a la eternidad

Y llegar con la paciencia tan cansada
-La paranoia en los anteojos-
Que en los puestos de la historia
Para saciar el gusto a identidad
Cualquier oferta hipnotizaba

Me perdí por un buen rato
Entre los gritos del pasado
Y su gente comprando muertos,
Los que corrían llamando oráculos
Para emigrar hacia el futuro,
Los que paseaban buscando instantes
Que decoraran su actualidad.

Por fin lo hallé al anónimo
Al hombre sin edad
Sentado en la esquina del jamás
Con un disfraz sin cara.
No se me ocurrió dudar
Juzgarlo sospechoso…

‘Llegas pronto’- me dijo
‘Cuanto mas tarde, mas recuerdos’
Y estiró su mano ofreciendo un espejo.
‘No’- rechacé
‘Quiero una imagen
Dos olores
Tres palabras’

Buscó en su cofre de épocas,
Después de sentenciar ‘Así será’,
Dándome el único paquete que tenía.
A cambio le entregué todas mis horas
Con vuelto de cinco minutos

Cómo explicar lo que entendí
Abriendo el envoltorio:

Un retrato de vestido a rayas
Aroma a viejo y gasolina
Las palabras
FRIO ARENA PAN…
(y en el dorso un número de serie)

Confieso que en el fondo
Soñaba un fin de índole poético
Pero parece que no hay caso,
Por más viaje que se haga
No hay comercio que valga
Para estafar la realidad.





lunes, 10 de noviembre de 2008

destino cero

La voz
Es tumba del pensamiento.
Una vez
Que la palabra se hace historia
Calla para siempre su sentido

No hay respeto al presente
Allí todo se improvisa
Y en -después-
Se teoriza agregando esquinas
Y ventanas.

La pureza del uno
Se disgrega
Ante la mirada del otro
O la atención del espacio

¿Cómo creerte el original?
Si es la copia de vos mismo la que anda por la tierra.
La espontaneidad
Sufre su duelo en la manifestación
Que ya la arrastra viejamente.

¿Cómo no ha de gastarse el mensaje?
Si en su viaje instantáneo
Lucha con tinta, o el aire, o los átomos...


La destrucción del lenguaje
No necesita de crápulas
Solos los símbolos
Se corrompen en el uso.

¿Aún piensas que tu gesto es tu gesto?
¿Que podrás controlar al que nace en tu expresión?
Surgirá la envidia en la distancia
Entre aquello que eres
Y este que sos

¿Realmente piensas
Que el tiempo puede perdonarte
El intento de grabarle tu inicial?


Cuando crees por fin besar el mundo
Son los labios del espejo
Los que llegan…
Y dentro del reflejo que se regala a sí mismo
Algo de vos se pierde para siempre

jueves, 18 de septiembre de 2008

Redención

Las vibraciones
Del sueño
Que se sueña

El eco
Del eco
Del silencio.

Despertar
Quizás no sea
La fuga

Sino aceptar las cosas
Tal cual
Y como son

Así sea.

miércoles, 13 de agosto de 2008

no tan distintos

También puedo divertirme
Con la locura.
Si se trata de jugar.

¿desde cuándo es nuevo
Tener saldo de loco?
Se ve en todas partes,
No lo sobre-estimes

Como Y que le grita a la nada
Con gente o sin gente.

Z que no puede estarse quieto
y se come las uñas
pero en tres vueltas del dedo gordo al anular
y después recién el meñique.

A X que le dan risa los botones.

K que busca ‘la palabra’ en cada canción
Que haya inspirado el resto de la letra.

D que nunca puede terminar ideas
Y sus charlas laberínticas
Recién cobran sentido unos meses después
(o ni eso)
Cuando se le ocurre el ‘como te decía una vez…’

Q que tiene que llegar a la esquina
Antes que cualquier auto blanco
Sino su día será porquería.

Ya ves, no es necesario
Ni jugar con la muerte
Ni desear al hermano
Ni putear como canilla abierta
Ni bailar descalzo en la Terminal
Ni palabras extravagantes
O componer una melodía caótica

La locura, esa
Espera en todos lados
Y nadie se salva
De su cloroformo por la espalda.
No es nada nuevo.

Ahora que también
Aunque cueste reconocerlo en estos tiempos
Aunque suela olvidarse en las ‘revoluciones’
Siempre
se necesita,
De vez en cuando,
Un triste
Puto
Y vacío
Abrazo normal.


(y lo de triste no va en peyorativo)
-(lo de puto es un toque de color)-

(lo de vacío depende de usted)

sábado, 19 de julio de 2008

dia para los amigos

Pantano estrambótico
De todas esas marcas
Que ellos dejan.
Si nada cambia fuera
Al menos me llevo
Este charco de cicatrices.
Así no se muere limpio
Se muere sucio de haber jugado.
Es tan lindo ese cansancio.
Cuando nos enredamos
Sin preguntarnos nada.

tonto tratado de la tristeza

Ésta no es una historia de amor, no es una historia de la verdad, ni es una historia del tiempo. Éste solo es un fragmento de lo humano, es decir, la imperfección de todo. O el perfecto retazo de uno mismo:


El triste ve un jardín de rosas y sufre.
No se las imagina morir, no las ve negras, ni las condena irremediablemente por su encanto. En cierta forma le asquean, no ya como sobras de una envidia, como retazos de odio. Le asquean como lo ajeno que se presenta sin molestias, como aquello que vive sin importarle.
Y cómo asquea aquello que no nos conmueve!.
El triste ve un jardin de rosas y sufre, no por el jardín de rosas, sino por él, que ya es incapaz de percibir algún tipo de esplendores, y encuentra cobijo sólo en aquellas cosas que lo contienen, que lo identifican, en su inerte encuentro. Su pesar no se alivia con un páramo de sueños, sino con un sinfín de repeticiones.
Si algún día han estado tristes sabrán de lo que hablo: siendo tristeza la enfermedad y su remedio, la dosis que autoenferma, necesaria para la plenitud de ese sentimiento perdido y encontrado. Esa visión menesterosa que encuentra encanto en su misma aberración. Los tristes me entienden, no es tarea fácil dejar la tristeza.
Los aires de la risa vagan como flujos que destrozan soledades. Pues no hay soledad con uno mismo, si uno mismo escapa al encierro de de los ecos que repiten el vacío.
Para el triste no hay risa, al menos aquella que logre descolocar ese sinsentido, amo creador de las potencias de la nada.
Para el triste solo queda el silencio. Y quiere estar solo. Solo de veras. Ya está cansado de escuchar las penas de si mismo.
Se asquea del otro. Se asquea de sí. Y se deja estar ya sin pensar ni hacer. Como en un reposo manso que llama al movimiento y no lo acepta.
El triste ya no espera nada ni se espera. Se convierte en una pausa amorfa que no tiene fe en un comienzo, y no da fin por desgana. Soporífero congestionamiento.

Con el tiempo las cosas cambian, y este sentir puede superarse, aunque sea inevitable que el futuro lo devuelva alguna que otra vez a su sitio. Pero a no confundirse!:
No es el triste quien se aburre de la tristeza, es la tristeza quien se aburre del triste. Y así, sin aviso, se va en busca de mejor consuelo.

Él ve un jardín de rosas, y ahora sí puede arrancarlas.

jueves, 17 de julio de 2008

Mas rápido
Lentamente mas aprisa
Nadie puede protegerte del tiempo
El tiempo no puede protegerte de nadie
No hay paraguas hacia éstas piedras
Ni cajones para tus manos.
¿Qué no entiendes?
No hay reliquias
La disputa está marcada y anda sola
¿Qué no oyes?
La victoria es solo un nombre y nunca alcanza.
Frágil
No serás nunca
Eso mata
Rápido
¿No hay espuma que te hiera?
Una señal no basta
Muy rápido…
Te vuelves lento