las circunstancias son simples
y esa simpleza es lo que duele.
el aceptar lo uno por lo uno
lo otro por lo otro
por eso las rechazamos
por eso nos mentimos, aún sin mentirnos
nos complicamos...
adornándolas a nuestro gusto, temores e ignorancia
a tal punto de no distinguir ya ficción de realidad
nos sumergimos en laberintos de emociones
y enredamos la soga en nuestro cuello
no se tolera lo simple
pues lo simple es vulnerable
y entonces nos escondemos
detrás de gestos, palabras, historias, excusas y momentos
nos escondemos y poco a poco
desaparecemos en nosotros mismos.
ah! evanescencia de mi...
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